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Es un tema que sale a relucir en cada sesión de coaching financiero, todos pertenecemos a alguna tribu, y tenemos dependientes económicos de manera directa e indirecta.
Cuando se trata de dar apoyo económico a nuestros hijos, es muy lógico dárselos en especial si son menores de edad o están estudiando, de hecho es nuestra responsabilidad como padres darles las bases para que tengan un mejor futuro.
Sin embargo me he encontrado con los casos de hijos que tienen mas de 30 años y aún siguen dependiendo económicamente de sus papas, incluso hijos que ya tienen hijos y parejas y aun acuden a sus papas para resolver alguna situación económica.
Desde luego, caer en extremos de apoyar a nuestros hijos, puede resultar sumamente perjudicial para su futuro, digamos que les estamos enviando el mensaje de que ellos no pueden generar su propia riqueza, así que mejor lo hacemos nosotros por ellos.
Es importante detectar hasta que punto vale la pena apoyarlos y hasta donde es mejor dejarlos volar solos, aunque como papas se nos arrugue el corazón por dentro (y te lo digo yo que soy todo amor como mamá).
En otra sesión reciente de coaching me encontré con una chica que tenía una enorme preocupación por apoyar a sus hermanos económicamente, por lo que no estaba consciente de que este apoyo que les daba constantemente mermaba sus ahorros y con ello la alejaba cada vez mas de su meta de tener una casa propia.
Ella ni siquiera estaba consciente de que tan grande era el apoyo, hasta que miro sus estados de cuenta en una de las sesiones, hicimos cuentas y el porcentaje que destinaba mensual en apoyo a sus hermanos era cerca del 40% de sus ingresos, un monto que si lo destinará para la casa de sus sueños, en menos de 3 años ya tendría para el enganche y para cubrir las mensualidades de un crédito hipotecario.
De nuevo, esta chica había dejado de ver por si misma para ver por su familia, lo que la hacia sentir frustrada y enojada con ella misma.
Si raspamos un poco la superficie, la única manera en que ella podía sentirse bien con sus decisiones era empezar a ver por sí misma, para en un futuro poder compartir esa dicha con su familia.
También esta el caso del apoyo de hijos a los padres, en especial cuando estos están en una etapa de vejez, sin duda es la manera más noble de retribuir lo que ellos hicieron por nosotros, pero surge el sentimiento de frustración cuando quisiéramos aportar más dinero del que damos y al mismo tiempo cumplir nuestros objetivos personales.
De nuevo enfócate en el equilibrio, divide tu presupuesto en tus proyectos personales y en el apoyo que le vas a dar a tus padres.
Si es necesario usa la creatividad para crear diversas fuentes de ingresos, eso si no caigas en el error que muchos hijos, de querer ponerles un negocio a sus papas para que generen otros ingresos, al menos pregúntales si quieren seguir trabajando a cierta edad, habrá quienes les encante la idea, pero habrá quienes no les guste ni un poco estar en una edad para descansar y que sus hijos les den mas trabajo.
Si estas en una temprana edad, comienza previendo los dependientes económicos que indirectamente podrías tener y crea un fondo para ese futuro económico de ellos.
Recuerda que el reto más grande que tenemos en nuestras finanzas es empezar una debida planeación a largo plazo, para gozar de esos frutos en un horizonte de tiempo mayor a 10 años.
Si identificas algún problema en este tema, te invito a agendar una sesión de coaching conmigo, las sesiones diagnostico no tienen costo, son en línea y te ayudaré a crear una estrategia financiera para llegar a tu primer millón de pesos o más si estás dispuesto.
Aquí te dejo mi agenda.
¡Hasta la próxima!
¡Felices inversiones y felices finanzas!
